lunes, 22 de febrero de 2010

Rastafarismo



He visto y escuchado muchas cosas referidas al movimiento rastafari y, en la mayoría de los casos, la falta de información es notable.
Como la mayoría de mis amistades conoce, me disgusta muchísimo la confusión que existe con respecto a la palabra “rasta”. La gran mayoría de las personas confunden este vocablo con el de “Dreadlocks”, es decir que creen que “rastas” son el tipo de peinado utilizado por, por citar un caso, Bob Marley. Bob Marley era un músico que profesaba la cultura “rasta”, el movimiento rastafari. Esas “extrañas” trenzas que cubrían su excelso cráneo (perdón, no puedo ser objetivo cuando me refiero a Robert Nesta) son los llamados dreadlocks.
Preguntarán: ¿ Por qué salta este pibe ahora, cuando en realidad podría haberlo hecho mucho antes y, en el mejor de los casos, no hacerlo nunca? El caso es que, la gota que rebalsó el vaso fue la siguiente:
En mis últimas vacaciones en la costa atlántica me cansé de ver carteles que decían algo así como: “se hacen trenzas, rastas, etc” aunque está en mi personalidad, perder la cordura ante este tipo de ofrecimientos, no fue el caso mas grave. Lo más indigno que vi fueron unos individuos que portaban una remera, haciendo promoción a un local, donde se leía la siguiente leyenda : “La casa del dreadlock. Se hacen rastas” Traté de convencerme de que luego de hacerte los dreadlocks te llevaban a un templo donde te empapaban de rastafarismo y salías rindiéndole culto a Jah y a Haile Selassie. Pero me resultó una idea poco realista. Es por esto que preferí dedicarle un post a la cultura rastafari y su historia.
La diversidad opiniones ha llegado a tal punto que me propuse encontrar alguna fuente que resuma, de la mejor manera (a mi parecer) el significado del movimiento rastafari. Y el siguiente fragmento me conformó en su totalidad.
Espero que lo disfruten

NO MORE


RASTAFARISMO
Indudablemente, la mayor aportación cultural de los rastas ha sido en el campo de la música. Este ritmo caribeño que nació en la vecina isla de Jamaica es el que hoy día llamamos Reggae.
Disfrutamos y conocemos de esta música gracias al trabajo realizado por Bob Marley, quien se encargó de dar a conocer su mensaje internacionalmente con la búsqueda de un mensaje social y una espiritualidad única, impregnada en las letras y la mística de esta música. Todos conocemos al menos un poco de Bob, pero, ¿qué realmente es Rastafari?
El movimiento Rastafari surgió en Jamaica cerca del año 1930 cuando personas que habían escuchado el mensaje de Marcus Garvey se enteraron de la noticia que Ras Tafari Makonnen había sido coronado Rey de Etiopía bajo el nombre de Haile Selassie (Poder de la Santísima Trinidad en el lenguaje amárico). Además de su nuevo nombre, Haile Selassie I, heredó también los títulos que le correspondían al sucesor número 225 del linaje del Rey Salomón y el Rey David, y que además aparecen en la Biblia bajo el libro del Apocalipsis: Rey de Reyes, Señor de Señores, León Conquistador de la Tribú de Judá.
Entonces se comprendió que la profecía de Marcus Garvey de que llegaría un rey negro salvador, no podía ser más que confirmada con este gran acontecimiento, que ocurría en la tierra ancestral de nuestros abuelos: Africa.
Notemos, pues, que Ras es un título con el cual se le honraba a la nobleza etíope, especialmente a los gobernadores de las provincias. Tafari Makonnen, por sus méritos, pasó de ser gobernante a ser el Emperador de su pueblo.
Etiopía es vista por muchos Rastas como la Tierra Prometida, Sión (Zion), donde se llevará a cabo la repatriación del pueblo negro que ha estado en exilio de por más de 400 años. Para algunos Rastas, el nombre Etiopía señala a todo el continente africano (como en un principio fue llamado, de hecho). Hoy en día, hasta la ciencia está aceptando que los comienzos de la humanidad vieron la luz en las tierras etíopes, gracias al descubrimiento de los restos de Lucy, un fósil australopiteco de 3.18 millones de años encontrado en Hadar, Etiopía. A pesar, muchos entienden el concepto de Sión, no tanto como un lugar físico, sino más bien, como un estado de conciencia, una realidad viva que forma parte de nuestra esencia, hacia la cual todos dirigimos nuestras vidas pero no todos logran alcanzar.
Los llamativos colores verde, amarillo y rojo que identifican a los Rastas, precisamente son los colores de la bandera etíope que representan la tierra fértil, la riqueza y la sangre del pueblo, respectivamente.
Babylon (Babilonia) es sinónimo de fuerzas malignas, ya sea persona o personas, lugares, o estilos de vida. Babilonia es anti-progresiva, es retroceso, y su misión es hacer la vida del humano recto y amante de la paz, una de desorden, incomodidad e inconformidad.
Por ejemplo, el rastafari indica que todo tipo de opresión, todo tipo de injusticia, todo tipo de odio e inclusive todo tipo de cosas artificiales y hasta toda política con sus llamados politiqueros son producto de Babylon.
Los rastafaris, rara vez, hablarán públicamente de la sabiduría que conllevan sus vidas. En la medida que pueden, tratan de alejarse de los ambientes contaminados y de las grandes ciudades, para buscar elevar sus pensamientos. No son seres que deseen estar al otro lado del micrófono del curioso y muchas veces son algo incomprendidos.
Entonces, ¿cómo se define rastafarismo? Primero que todo, los rastas no aceptan esta palabra ya que la palabra correcta es Rastafari al momento de referirse al movimiento. Rastafarismo, al igual que cualquier otro -ismo, significa separación y tiene connotaciones
de superficialidad. Todos los movimientos supuestamente unificadores crean barreras: comunismo, capitalismo, imperialismo, fanatismo, sexismo, machismo, etc.
Rastafari, en cambio, acapara toda una totalidad, una permanencia y una profundiad enteramente positivas. Una persona cree en un ismo; en Rastafari, uno sabe. El verbo creer, no tiene entrada en el vocablo rasta.
El Rasta sabe que Haile Selassie, el Emperador de Etiopía, es el Mesías aclamado en las Escrituras.
Este conocimiento, es accesible a todos los pueblos del mundo. Todos, sin excepción de raza, son un Rasta en el fondo: es responsabilidad de cada persona descubrir esta realidad que yace en su interior. Uno no se convierte en Rasta, Rastafari lo convierte a uno; uno no se hace Rasta, uno se vuelve consciente de Rasta. Su Majestad Imperial Haile Selassie I es JAH, quien apareció en carne y hueso para redimir a todos los negros en exilio del mundo de los opresores. Jah es la abreviación del nombre de Dios en el Antiguo Testamento, Jehová.
Rastafari implica un reto a los valores babilónicos que nos acosan diariamente y así lo han hecho por cientos de años.
En el movimiento Rastafari existen diversas órdenes que tienen algunas diferencias en términos de práctica pero no en términos de sus valores dirigidos hacia Su Majestad Imperial. Ya sea de la Divina Orden Teocrática del Nyabinghi, la Orden de las Doce Tribus o del Bobo Ashanti, todo Rasta vive bajo el manto del Rey de Reyes, Jah.
Muchas veces asociamos al Rasta con los dreadlocks y la ganja, pero realmente no profundizamos en el verdadero significado de éstas prácticas.
Rastafari no es un culto, no es una secta, ni una religión, es un estilo de vida. El usar dreadlocks no es moda, ni mucho menos negligencia. El Rasta lleva a cabo el voto del nazireo según dicta la Biblia en el libro de Números, capítulo 6, donde se le indica a la persona, mantener su cuerpo puro para consagrarlo y dejarse crecer la cabellera en honor a Dios. El voto del nazireato se extiende aún más con la purificación del alimento porque se promueve seguir una dieta vegetariana o vegana (I-tal) mientras se elimina toda sustancia tóxica para el cuerpo, entiéndase alcohol, medicamentos, drogas, tabaco y relaciones sexuales ilícitas.
El lenguaje sólo utiliza palabras positivas y por esto a veces, se pueden escuchar a los Rastas diciendo palabras en inglés que no suenan correctas, como I-tal (vital), I-ration (creation), I-thiopia (Ethiopia), y overstand, en vez de understand (entender) ya que el entendimiento está por encima y no por debajo. Estos juegos de palabras y esta manera de hablar y razonar, no son producto de un analfabetismo craso, es, en realidad, mediante los cambios del vocabulario y la re-composición de las palabras que utilizan, también, un acto consciente de protesta contra Babilonia. Cuando dicen I&I (Yo y Yo) se refieren al espíritu de comunidad y conexión que existe entre los humanos, en lugar de decir You & I (Tú y Yo), que indica cierta diferencia. La palabra I, que significa en inglés, Yo, es un sustituto para tú, él, ella, nosotros, ellos, etc., porque evoca un sentido de unidad y expresa la divinidad que cada uno tiene dentro de sí.
El punto más contoroversial, sin duda, es la marihuana, la cual es usada de manera sacramental y es considerada sagrada. Se utiliza, no como droga, sino como una planta medicinal que forma parte de la naturaleza y que El Creador puso para el bienestar de la humanidad. No se utiliza por relajar o pasar el rato, la marihuana eleva los pensamientos de tal manera que, todo fluye mejor en el remolino de la mente y facilita la meditación y la
contemplación. Además, dicen, que cuando se fuma, se adquiere una conciencia común a todos los demás seres cónsonos con la naturaleza. El fumar no es una práctica obligatoria pero sí se promueve mucho la medicina natural y el consumo de productos orgánicos que benefician tanto a la humanidad como al medioambiente.
Como vemos, Rastafari es un movimiento muy profundo de convicciones claras y honestas. Es un estilo de vida que intenta recobrar la esencia natural y divina que le corresponde a los seres humanos y re-establecer la armonía entre cada persona, mediante una perspectiva siempre positiva y un respeto total a la vida fundados en una filosofía de amor y unidad. El valor fundamental siendo el amor a sí mismo para vivir en paz con uno y con los demás.

“Don’t gain the world and lose your soul, Wisdom is
better than silver and gold” - B. Marley

Escrito por el hermano Georges Félix

Fuente: http://www.natural-rasta.com.ar/rastafarismo.htm (pueden encontrar muchísima mas información aquí)

domingo, 14 de febrero de 2010

Una mina

El fútbol tiene esas cosas. Nadie esperaba mucho de los once desamparados (así era como los llamaban en el barrio). Siempre últimos, valla más vencida y delantera menos goleadora.
El alambrado que rodeaba la cancha tenía fisuras por los cuatro costados, quedaba un poco de césped cerca del banderín del corner (en realidad solo quedaba una vara plástica enterrada en la tierra a fuerza de ladrillazos) del arco que daba a la calle.
El área chica de ambos arcos estaba tan desgastada que los arqueros parecían sumergirse en un desnivel que les sacaba altura. Por suerte Don Chicho, se encargaba todas las mañanas de los domingos (siempre y cuando no hubiese tomado el tercer cartón de vino la noche anterior) de pasar un rodillo con cal para demarcar los sectores de la cancha.
Los desamparados no tenían hinchas, nadie iba a verlos excepto por "el Moncho" Molina, que aprovechaba las mañanas de los domingos para que la noche del sábado sea mas larga. Se sentaba detrás del alambrado con dos cervezas y comenzaba con sus burlas y salivazos que impactaban, dependiendo del lado donde atacaran, en el número tres ("el Colo") y cuatro ("El bocón") de los desamparados en el momento que disponían a ejecutar un saque de banda.
El campeonato estaba llegando a su fin. Última fecha, de local, contra Defensores de Burzaco. El partido era más que nada para las estadísticas. Defensores se había consagrado campeón hacía ya dos semanas. Llevaban dieciocho partidos jugados habiendo ganado todos por un margen mínimo de tres goles y con solo cinco goles en contra.
Los locales se reunieron en el vestuario y comenzaron con la ceremonia del reparto de camisetas.
- ¿Llegó "El Chale"?- preguntaba el flamante capitán y segundo central del equipo, Alejandro.
- Dijo que venía sobre la hora. Tenía que hacer un flete acá a seis cuadras- contestaba "el Simio", Compañero de defensa de Alejandro, que se había ganado su apodo por su rusticidad en la tarea defensiva.
- Le guardamos la diez entonces. Mario, ¿Trajiste los guantes?
- No che, los dejé en la construcción, se me pasó.
- Siempre el mismo boludo vos. Te doy los míos.
El reparto continuó hasta que todas las camisetas tuvieron su dueño. Vale recalcar que debido a tantos años de torneos, la camiseta más sana era la número siete que usaba "el Gordo" Garbarini, la cual tenía solo un agujero debajo de la axila y el numero siete estaba despegado desde la parte superior lo que hacía que flameara en contacto con el aire.
Luego del sorteo se dispusieron en el campo. "El Chale" llegó, como había dicho, sobre la hora y, con el diez en la espalda, tomó su posición.
Sonó el pitido del arbitro y desde el costado de la cancha se escuchó el primer grito del "Moncho": “¡A ver cuantos se comen hoy! ¡Manga de muertos!” y escupió al "Colo" justo debajo del número tres.
El partido comenzó como era de esperarse.
En la primer jugada, el cinco de Defensores (un jugador de una clase excepcional) dejó solo al wing izquierdo, luego de pasar como poste al “Simio” que en el intento por buscar la pelota fue a parar, barrida de por medio, contra el alambrado donde estaba el “Moncho” quien no podía creer la oportunidad que tenía (en este caso el impacto fue en la frente) El delantero definió ante la salida de Mario impactando el balón con el borde interno del pie zurdo y colocándolo abajo, junto al palo.
El primer tiempo prosiguió de la misma manera. Un dominio constante de Defensores, abanderado por el número cinco a quien no había manera de sacarle la pelota.
Fin del primer tiempo y tres a cero para los visitantes.
Esperaron los quince minutos en el vestuario envueltos en un silencio sepulcral hasta que los llamó el juez: “muchachos, ya es hora”.
Volvieron a la cancha. El árbitro hizo sonar su silbato. “Preparate cuatro, ahora te toca a vos” Gritó "el Moncho".
Nada cambió. Defensores siguió aprovechando los garrafales errores de los locales. “Ese cinco es un fenómeno” decía "el Chale" mientras recuperaba el aire apoyando las palmas de su mano contra sus muslos. A medida que el tiempo pasaba, el marcador engordaba, uno, dos, tres, cuatro… Llegando a los cuarenta minutos el partido iba siete a cero a favor de defensores
Faltaban cinco minutos para el final, la tortura tenía que terminar.
Tras un lateral de los visitantes, la pelota quedó sin dueño, picando en el área de los desamparados, "el Simio” la golpeó con rabia, con la clase que lo caracterizaba. La pelota voló, hacia el lateral superando el precario alambrado y golpeando las ramas de un árbol que estaba cruzando la calle. “Yo voy”, dijo "el Chale".
Cuando se disponía a salir por uno de los agujeros que había en el alambrado, vieron el milagro.
Mario se acercó incrédulo hasta la posición de Alejandro y dijo: “una mina…”
Alejandro parecía una estatua, y sin mirar a su compañero, repitió: “una mina…”
Se podían escuchar los murmullos de los jugadores locales que no dejaban de observar la situación.
La joven traía el balón como si se tratara de un recién nacido, arrullándolo y mirando que nada lo molestase. Se acercó al "Chale", que transpiraba mas por esa situación que por el esfuerzo que había experimentado hasta el momento. Ella dejó la pelota en las manos del diez y este, luego de unos segundos atino a decir:
- Gracias…
- Hay que cuidarlo más…- le reprochó la mujer
"Chale" dejó la pelota en manos del rival y volvió al campo sin decir nada.
Ella, lejos de volver por donde había venido, se paró, apoyándose con los antebrazos junto al alambrado y se quedó mirando el partido. Miraba con sus profundos ojos verdes, el viento hacía flamear su pelo negro como flameaba el número siete del gordo Garbarini. Su pantalón blanco y su remera gris, su figura infartante, su…
“¡Juegue!”, gritó el juez y ese grito devolvió a los jugadores locales a la realidad.
La pelota volvió al campo y el cinco de Defensores sin vacilar la golpeó, queriéndo colocarla con mucha fuerza y precisión en el ángulo derecho del arco defendido por Mario. La pelota viajo, segura del destino de red que le habían asignado. Mario voló hacia ella y, con su guante de albañil, se interpuso en su camino. Corner.
Nadie se acordaba cuando había sido la última vez que Mario había logrado una tapada semejante, de hecho, costaba recordar cuando había, al menos, parado una pelota que se dirigía hacia el arco.
Y allí fue cuando lo escucharon. La mujer aplaudía. No sólo estaba mirando el partido sino que simpatizaba por "los desamparados". “Es un ángel” pensaba Alejandro.
Los jugadores estaban atónitos. Más aún, después de que el centro arrojado al área fuera descolgado por Mario quien rápidamente le cedió la pelota al "Colo" con un pase con la mano. "El Colo" paró la pelota con el pecho y la durmió bajo la suela y ante la marca del wing derecho, cambió el juego hacia la otra banda con un exquisito pase por el aire. El lateral derecho bajo la pelota con el muslo y avanzó por la banda. "El bocón" pisó la pelota hacia el pie izquierdo dejando sin esperanzas al siete rival que no pudo hacer más que mirarle la espalda mientras seguía con su escalada. El volante por izquierda rival se acercó presuroso y ante la atónita mirada del "Moncho" le tiró un túnel que lo dejó mirando hacia el piso preguntándose por dónde habría pasado esa pelota. En ese momento a lo lejos se escucho: “Oleeeee”. La joven había cambiado de posición, saltaba junto al alambrado y avanzaba conforme a la jugada.
El bocón tocó la pelota hacia el medio, donde "el Simio" había llegado, empujando al equipo desde el fondo y sin dejarla picar, jugó de primera haciendo un pase de veinte metros que encontró el pecho de "el Chale". El mediocampista vió la llegada del número cinco rival y con un lujoso sombrero, regateó su imponente figura. Avanzó los diez metros que lo separaban del área rival. El segundo central se arrojo a sus pies y, "el Chale", enganche mediante, lo hizo pasar de largo. “¡ooooleeee!” se escuchó aún mas fuerte desde atrás del alambre. "Chale" observó que el arquero comenzaba su carrera hacia él y, golpeando la pelota bien desde abajo, colocó un tiro por arriba del uno, que solo atinó a mirar. La pelota viajaba hacia el gol cuando el primer central apareció desde la nada y, arrojándose por los aires rechazó el balón con un cabezazo que envió la pelota al corner. ¡Uuuuuuuuhh! se escuchó desde el costado de la cancha seguido de un enérgico aplauso. "Chale" tomó la pelota y se dispuso a realizar el tiro de esquina. El área estaba atiborrada. Empujones, codazos, golpes, que el juez del partido decidió ignorar. El tiempo corría y "el Chale" tiró el centro con apuro. Parecía una pelota perdida. El arquero avanzó dos pasos y esperó, confiado la última pelota del partido. Alejandro dejó detrás a su marca, buscó la bola anticipándose al arquero y la golpeó, potente, con la frente.
¡Gooooooooooooooool! Se escuchó desde fuera de la cancha. La mujer saltaba y agitaba los brazos. Pudieron ver como "El Moncho" también saltaba y gritaba de alegría.
El árbitro señaló la mitad de la cancha validando el gol. Defensores se apuró a mover la pelota, pero ya era tarde, el árbitro hizo sonar tres veces su silbato y el partido terminó.
Los desamparados se abrazaban y festejaban. Festejaban porque por cinco minutos apabullaron al rival, por cinco minutos jugaron al fútbol como nunca lo habían hecho antes, por cinco minutos deleitaron a una bella señorita.
El fútbol tiene esas cosas. Las mujeres también.

Cosme Fulanito

viernes, 5 de febrero de 2010

Diccionario

Uno siempre intenta que la gente se interese en los post que publica. Para eso, siempre lo mejor es recurrir a algún gran personaje que haya hecho, escrito o dicho algo interesante y que, el dueño del blog, jamás será capaz de acercarse. De esta manera el interés crecerá y cuando menos se lo esperen, estarán asqueandose con un escrito del autor de este infame blog.

Con ustedes, Diego Capusotto.

AMIGA: Dícese de la mujer que tiene ese 'no se qué' que elimina toda intención de acostarse con ella.
AMOR A PRIMERA VISTA: Lo que ocurre cuando se encuentran dos personas poco exigentes y excepcionalmente calientes.
ATRACCIÓN: Asociación entre calentura y una persona en particular.
BANQUERO: Es un tipo que te presta su paraguas cuando hay sol radiante y te lo reclama cuando empieza a llover.
BOY SCOUT: Un niño vestido de estúpido, comandado por un estúpido vestido de niño.
CANDIDATO: Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres para protegerlos a unos de los otros.
CONFIANZA: Vía libre que se da a una persona para que cometa una serie de barbaridades.
CONSULTOR: Es alguien que te saca el reloj de tu muñeca, te dice la hora y te cobra por ello.
CURA: Persona al que todos lo llaman padre menos sus hijos, que lo llaman tío.
DESILUSIÓN: Cuando el bonito trasero no coincide con la espantosa cara.
DIPLOMÁTICO: Es quien te dice que te vayas al carajo de un modo tal que te sientes ansioso por empezar el viaje.
ETERNIDAD: Tiempo que pasa desde que acabaste hasta que la dejaste en su casa.
FÁCIL: Dícese de la mujer que tiene la moral sexual de un hombre.
HOMBRE: Aquel individuo humano que durante sus primeros 9 meses de vida, quiere salirse del útero y el resto de su vida intenta entrar en él.
INDIFERENCIA: Actitud que adopta una mujer hacia un hombre que no le interesa, que es interpretada por el hombre como 'se está haciendo la difícil'.
INFLACIÓN: Es tener que vivir pagando los precios del año próximo con los sueldos del año pasado.
INTELECTUAL: Individuo capaz de pensar por más de 2 horas en algo que no sea sexo.
LAMENTABLE: Hombre con una erección que camina hacia una pared y con lo primero que la toca es con la nariz.
LENGUA: Órgano sexual que algunos degenerados usan para hablar.
MODESTIA: Reconocer que uno es perfecto sin decírselo a nadie.
MOLESTA: Persona que habla cuando uno desearía que escuchase.
MONOGAMO: Polígamo reprimido.
NINFÓMANA: Término con el cual un hombre define a una mujer que desea tener sexo más a menudo que él.
PESIMISTA: Optimista con experiencia.
SWETTER: Prenda que usan los niños cuando la madre tiene frío.
SUPERMODELOS: Evidencia de que todos los demás estamos mal hechos.
TRABAJO EN EQUIPO: Posibilidad de echarle la culpa a otros.
UROLÓGO: Especialista que te mira el pene con desprecio, te lo agarra con asco y te cobra como si te lo hubiera chupado

lunes, 1 de febrero de 2010

Segunda Parte

Pasó más de un año desde la última entrada en este blog. En un año pasan muchas cosas, algunas buenas experiencias que siempre se ven opacadas por las malas, se puede conocer mucha gente nueva o hasta encontrar en algunas ya conocidas, virtudes que nunca habíamos notado y se convierten en nuevos seres que ayudan a soportar la mortalidad. Pero por más que los demás lo intenten y hasta uno mismo se lo proponga, la gente que ya no está marca la diferencia. Y no hablo de la desaparición física, la inevitable. Habló de las que están pero que deciden no participar más en tu vida, las que (uno siempre termina cayendo en esto) tal vez podríamos haber hecho más por conservarlas. Cuando pensamos en que si hubiesemos hecho esta o aquella cosa mejor tal vez, el resultado hubiese sido distinto. La desaparición evitable o por así llamarla “por propia voluntad” es la desesperante. Esa persona que está en su casa, que sabemos donde vive, que tenemos el número de teléfono de su casa y hasta el de su celular, pero, sin embargo no podemos desearle un feliz cumpleaños.
Volviendo al principio, muchas cosas cambian a veces para bien, a veces para mal. Seguramente las próximas entradas resultaran distintas a las anteriores. Tal vez lean una mejoría o tal vez (lo mas probable) lean textos inconexos y desesperantemente agramaticales (y hasta de mal gusto). Sepan que nunca será mi intención, y les recalco, de ninguna manera intentaré, jamás, lograr un texto exquisito.

Cosme Fulanito